miércoles, 14 de septiembre de 2011

Rotorua: La suerte está echada

Día 130 a 135 - Rotorua - 19/06/2011 – 24/06/2011


Cortada del cordón bonaerense


Llego el momento: Seba se va para Queenstown a juntarse con su novia, así que lo lleve hasta Tauranga desde Te Puke para tomarse el bondi a Auckland, de donde salía su vuelo.
Durante la media horita de viaje, fuimos charlando y cerrando algunos temas que habían surgido en el último tiempo y si bien ya hacía rato que tenía ganas y me venía preparando, me di cuenta que ya estaba listo para abrirme, me sentía más seguro y con ganas de manejar mi viaje a mi propia manera.
Al dejarlo en Tauranga y volver a la camioneta sentí una sensación algo rara, al margen del último mes en el que no nos habíamos visto mucho por diferencias horarias, había sido mi compañero de viaje durante 4 meses, pero ya lo dije: a mirar padelante y transitar nuevos desafíos. Nos juntaremos para ir a Asia.
 
El toro por su parte, decidió irse a Gisborne a la época de Prunning (corte de ramas del campo), yo Gizzy ya lo conocía y el frio del invierno en el campo no me tentaba en absoluto, así que me daba la excusa perfecta para abrirme de lo que traje de baires, cosa que ya andaba con ganas de hacer. Nos veremos más adelante.

Al ayudar al Toro y a Tony a empacar el auto y despedirlos, luego volver a la casa del nazi a ordenar un poco, me senté en el sillón 10 min y pensé que ahora si estaba solo y todo dependía de mí. Miedo, adrenalina y una especie de libertad pasaron por mi cabeza en ese momento, así que puse manos a la obra, ordene un poco la pieza que venía compartiendo con el toro y mis cosas para seguir viaje, dándose que empecé a encontrar cosas que estaba dando por perdidas en los días previos, señales de que la suerte iba a estar de mi lado.

Ya tenía pensado más o menos mi nuevo itinerario de viaje, dejando fluir las cosas con un horizonte en vista, pero sin saber lo que pasaría en el medio. Hable con Avito (amigo del Packhouse), que también quedaba solo porque Pipino (su compañero de viaje) se iba junto con el toro, así que para no estar completamente solo, porque nos veníamos llevando muy bien y estábamos en sintonías similares, le comenté mi idea de aventura desde Te Puke (Norte de la isla norte) rumbo a Wellington (extremo sur de la isla norte), parando en el medio en las ciudades para buscar algo de trabajo y plantándonos cuando encontrásemos algo que nos permita resguardarnos del frio y crudo invierno kiwi.

Así fue como la primer noche para no dormir solo en la casa del terror, hice un operativo escape junto con mis amigos los gallegos Matheu y Rie, ellos me ayudaron a llevarme las cosas y a encarar al nazi en caso de encontrarlo, por suerte no hubo encontronazo y zafe, vengue sus ideologías de mierda con 2 días de estadía gratis en su casa y me fui a pasar la última noche con los gallegos y Avito en la casa que ellos alquilaban, al día siguiente arrancaría el viaje x la mañana.

1er destino: Rotorua


Y así fue nomas, a eso del mediodía zarpo la van hacia Rotorua, por las calles de adentro para no cruzarse al nazi en la principal de Te Puke, así salimos a la ruta a esta ciudad a unos 60 km aprox hacia el sur.
Lo primero que hicimos en Rotorua fue ir a todos los grandes hoteles para dejar CVs, pero todos decían que iba a estar complicado porque el invierno no es época turística para la ciudad, pero nosotros con fe tiramos los “resumes” en todos lados, también en un par de agencias de empleo, pero nada paso.
Pasamos una noche en hostel, y al día siguiente nos caminamos toda la ciudad como 20 veces de 10 am a 24hs, buscando y buscando y conociendo y conociendo, también entramos a internet a empezar a mandar CVs a los hoteles de Taupo, que sería nuestro próximo destino en la búsqueda de laburo “indoors”, en caso de no salir nada en la primer escala de esta nueva travesía.

Dándonos cuenta que el costo de vivir en backpackers seria elevado, el día 2 fue dormido en la van en el medio del centro de Rotorua, ya viendo lo complicado que estaría el tema laboral, nos levantamos temprano rodeados de gente que caminaba por la ciudad y nos fuimos a hacer una caminata para ver los Geysers de Te Puia (son esa especie de volcanes que escupen agua parriba) desde arriba de una montaña, una muy linda imagen, que según Avito es suficiente contra los 40 mangos de la entrada al parque, que él ya había hecho y más teniendo en cuenta la idea de ir al parque Way-o-Tapu a ver otro Geyser cuando siga viaje hacia el sur.
Al volver por la tarde al centro y ya arrancando literalmente la chata para salir camino a Taupo, Avo señalando al negocio que tuvimos frente a la van estacionada durante dos días me dice: “che, eso es una agencia de empleo???”, al parecer lo era y nos mandamos, ya nada que perder había, y en esta oficina nos facilitaron 6 contactos de otras agencias para backpackers como nosotros. Nos mandamos uno por uno a estos lugares y yo le anticipe a Avito: “esto que acabas de encontrar nos va a salvar, acordate…”. Y así fue, luego de un par de recorridas frustradas encontramos al lado de uno de estos locales otro lugar que no estaba en la lista, al cual obviamente entramos porque, repito, nada que perder había.

Resultaba ser una especie de academia de entrenamiento gastronómico, donde se daban cursos de cocina, bar tender, etc., pero que también se encargaban de la gastronomía de ferias y grandes eventos en Rotorua. Con la cara bien dura volvimos a preguntar si necesitaban gente y para la no sorpresa nuestra (estábamos seguros que algo iba a salir), sí precisaban personal… necesitaban mozos para una feria dos días después, así que nos mandaron a comprar un pantalón y zapatos negros, que muy económicamente conseguimos a 8 dólares el juego en el Salvation Army (venta de ropa usada, donde la recaudación se usa para beneficencia), inversión que se pagaría sola en menos de una hora de trabajo y luego volveríamos a firmar el contrato que, en este caso sí, me sorprendió al ver que el empleador era “Compass Services” empresa para la cual trabajé tiempo atrás en Bs. As.. Pero nada podía decir, pues mi CV estaba totalmente manipulado y yo era un experto camarero y barman en Argentina.

Rasguñando un techo y bancando la semana

 
Como comente, estaba sin techo y sin un gran ingreso en vista, ya que el trabajo que tendría en Rotorua sería algo casual, es decir que solo cuando el empleador quiere te llama y vos vas a laburar x hora. Así que recurrí nuevamente a la querida página web Couch Surfing (ver capitulo Northland), que volvió a salvarme las papas… Dos contactos respondieron dando el Ok, 1ero una pareja de hippies cuarentones según recordaba en la foto de perfil.  Y no pifie x tanto, esta pareja había vuelto hace unos meses de su viaje a través de toda América, viajando de arriba abajo. Ahí fui a parar un par de noches y la primera nos tocó una cena familiar, donde comimos de arriba una comilona bastante potentosa, charle con los locales y practique bastante el inglés.
El 2do contacto era un brasilero que vive acá hace 6 años, así que había que hablar en inglés porque era un kiwi más. Como ya tenía techo para esa noche nos encontramos en el lago y nos llevó a conocer un lugar no demasiado transitado x turistas, pero no por eso no demasiado hermoso. El lago Rotorua aparentemente se alimenta de agua que sale x debajo de la tierra, y ahí fue donde este nuevo amigo nos llevo: cruzando al otro lado del lago se ve como el agua surge de abajo de las rocas y hace nacer un rio a  la inversa de como yo conocía la lógica gravitatoria del ciclo del agua, realmente muy bonito, raro y con unos colores de la ostia.

Volviendo a la seriedad, llegaba el día laboral, había que ponerse el disfraz de mozo y salir a chamuyar un poco para ganarse unos mangos, pero también la anécdota de haberse calzado la bandeja y ofrecer cual cosa venga desde la cocina.
Muchas cosas pasaron este día, es difícil resumirlas sin que este post se haga eterno, pero vamos a tratar porque lo vale, y da fe del título de este post, porque “la suerte está echada”.
Para empezar, y en esto si voy a ser muy escueto, este día se jugaba el primer partido de la promoción, River se jugaba la categoría y yo lo sufrí minuto a minuto desde el celular vía Tweeter, escapándome cada 5 min a ver que novedad había y llegando casi a las lágrimas mientras me enteraba de lo que ocurría.
En segundo lugar, y ahora empiezan las buenas, al entrar a la feria y empezarla a recorrer, me doy cuenta que es una exposición de hoteles y centros de convenciones, lo que estaba buscando para pasar el invierno, así que no solo tenía el día de laburo que me iba a bancar la semana, sino que también decenas de stands con contactos a los cuales les podía mandar mi manipulado CV para pasar el invierno en cualquiera de las ciudades que decida contar con mis servicios.
Así fue que conseguí como 20 tarjetas, al ponerme a charlar, me di cuenta que en algunos casos los que se paraban en los stands eran los gerentes generales de los Resorts, así que otro punto a favor.
Llega el horario del almuerzo y otra buena: comida de fiesta gratarolaaa, obviamente le di duro y parejo y mientras masticaba suena el teléfono con nro. desconocido, “cagamos, hay que contestar en ingles!”.
Resulto ser un indio que decía ser manager de food & beverages de un hotel en Taupo, donde había estado mandando CVs durante la semana vía mail, y quería tener una entrevista conmigo.  Muy serio me hice entender y coordinamos una reunión para el sábado, me mudaría en un par de días de nuevo cerca de 100 km más al sur.
Y así siguió el laburo, luego de lo que fue la feria hubo un par de hs muertas para preparar el salón para una alta fiesta con bandas, música, canapés y champagne, donde también tenía trabajo que hacer ofreciendo mi bandeja “bi-sabor”, que preparaban especialmente para mí, porque más de dos gustos no podía explicar en idioma gastronómico concheto y encima en inglés.

Terminada la jornada laboral, fuimos a dormir a lo de los hippies con la idea de levantarse temprano y salir hacia Taupo, parando en el medio en el parque termal Wai-o-Tapu donde hay un Geyser (esos volcanes q escupen agua) que erupta a las 10 todos los días (comprobé que esto era inducido x un polvito que le echan al agujero – por mas mal que suene-) y varios lagos de colores increíbles, además de una pileta de barro que largaba burbujas al mejor estilo Jurassic Park, y coronando el día entrando a un rio de agua termal en medio de la ruta, con agua a unos 25 grados, fácil.





Con uds un par de videitos de lo que fue este parque...




Luego de este día completamente turístico, seguimos viaje a Taupo, mañana hay entrevista y esta vez aprendí: contactar a los couchsurfers antes de llegar a la ciudad, así que ya tengo donde parar en mi próximo destino.

Arrivederci
 
Nico

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