jueves, 28 de julio de 2011

Auckland III: La Universidad de la Calle

Día 87 a 88  - 07/05/2011 – 08/05/2011


Llegamos a Auckland nuevamente, bien temprano y directo a la feria a tratar de vender la camioneta. Nos registramos, estacionamos y a esperar por los compradores que solitos tenían que caer, asi como caimos nosotros en su momento.

Pero mejor procedamos con una clase básica de Micro Economía para explicar qué fue lo que sucedió durante esta jornada. Y con esto voy a citar a Adam Smith, padre de la economía clásica y su famoso postulado sobre la “Oferta y Demanda”, que en criollo dice que los precios de las mercancías tienden a un equilibrio. De esta manera cuando la oferta es mayor a la demanda, los precios tenderán a bajar, pues la poca demanda que hay puede elegir entre varios bienes ofrecidos, entonces el vendedor se bajara los pantalones con tal de vender. A la inversa, cuando la demanda es mayor  a la oferta, los precios tenderán a aumentar, dado que los compradores se disputarán entre una cantidad limitada de productos y el mejor postor quedará satisfecho.

Vayamos a la práctica para entenderlo mejor, y antes quizás es conveniente ponernos en contexto: Nueva Zelanda, como ya comenté anteriormente, es un país en el que hay muchísimo turismo, y como cualquier destino turístico se mueve por “temporada alta” o “temporada baja”: el verano por su clima y porque gran parte de las visas son entregadas a fin de año siempre es alta, mientras que el invierno, con mucha lluvia y frío es baja. Todo esto es muy importante si además tenemos en cuenta que una van es un vehiculo, pero tambien un modo de vida “gasolero”, donde el propietario puede sacar mucho provecho viviendo en campings, cocinando y durmiendo donde fuere, entonces ésta estacionalidad toma mucha mas fuerza. Decimos entonces que en “temporada alta” la demanda subirá, y viceversa.

Ahora bien, quien les habla llegó a esta isla durante el verano y lo primero que hizo fue comprar una camioneta en la ciudad mas habitada del país, donde generalmente los precios son mas altos (obviamente de esto no nos dimos cuenta en ese instante) y al momento de la venta, lo que quiere es recuperar lo que puso.
Si algo aprendi en mis pocos cursos en la Bolsa de Comercio, es que el negocio siempre lo vas a hacer cuando compres barato y no cuando vendas caro. Si compras barato después es fácil ganar cuando vendes, si compras caro, vas a tener que ser muy paciente para que los precios superen el costo caro que pagaste en su momento, y si ganás va a ser mucho menos de lo que hubieras ganado al comprar barato.

Pero me estoy yendo a la mierda…Volviendo al viaje, a la feria llegamos relativamente temprano, nos acomodamos, tuneamos un poco el chiche sacando nuestros caballitos de batalla como ser una caña de pescar y los remos del bote inflable que venían con el vehiculo, esto nos diferenciaría de la competencia, por lo cual el consumidor estaría dispuesto a pagar un poco más (la clase de marketing la vamos a dejar para algún otro momento). Nos sentamos y esperamos a que el predio se empezara a llenar mientras seguían cayendo vans competidoras.
Y seguían cayendo vans competidoras y nada de compradores. Pasaban las horas y ni una visita, ni una consulta, NADA!. La situación era algo similar a ver infinitos pescadores en el lago del parque centenario, ni un pecesito a la vista…

Veámos entonces la dinámica de esta ley de “Oferta-Demanda” gráficamente, y como los precios se van ajustando a éste equilibrio comentado en la parte teórica del post:

Asi es, primero nos desajustamos el cinturón, seguimos abriendo la bragueta, para finalmente bajarnos los lompa… 2 pm, horario de cierre, levantamos el cartelito y nos fuimos silvando bajito. Nada de nada, por mas que el precio bajó los compradores nunca aparecieron.
Car Fair: la inscripción métetela en el orrrrto! Que te sirva para los remedios!

Terminado este tramite se nos hacia tarde para el compromiso mas importante del día, porque Fede nos había invitado a jugar un partidito de futbol por la tarde asi que, tarde como siempre y valga la redundancia, fuimos al campo de juego donde nos esperaban para jugar.

Algunas cosas a destacar de este partido:
  • El rival era un equipo de indios ásperos, ásperos… me equivoque de equipo!
  • En nuestro team había 2 (dos) mujeres. Si, mujeres en el equipo y corrian mas que yo.
  • Perdimos por bastante, 4-2 si mal no recuerdo pero claramente fue porque ellos nos dominaron físicamente
  • Pase maradoneano para el 2do gol de nuestro equipo y casi una mano de dios, mágico.


Fin del día, cena en lo de Fede y Caro, que nos ofrecieron quedarnos en casa un par de noches  y al día siguiente no mucho mas que Internet que hace rato no comunicábamos con casa y un atardecer copado con Toro, Seba y el Gus, para liquidar la noche con un plato de su sevidor: pollito al verdeo, éxito total.


 
El fin de semana aucklaniano llegaba a su fin. Próximo destino la Bay of Plenty, donde aparentemente hay trabajo. Es necesario recuperar la plata porque el bolsillo se empieza a quejar y asi no se aguanta mucho tiempo. Asi que Seba se quedaría en Auckland un par de días esperando a Den que volvia de su viaje a Asia y arreglando un par de temitas de la van, aprovechando el garaje de Silvia, y con el toro nos tomamos el bondi a Mount Maunganui, para buscar donde parar y ya algo de trabajo, instalarnos un tiempito para después seguir.

Salimooooooooo´

Nico

lunes, 25 de julio de 2011

Northland: Surfeando Sofás, Pescando Billetes

Día 76 a 86 - 26/04/2011 – 06/05/2011


El nuevo viaje comenzaba y en medio de una lluvia torrencial y anocheciendo partíamos desde Auckland hacia el norte a seguir conociendo y buscando algún empleo para costear la nueva travesía y recuperar los costes de las anteriores.

Whangarei: Buscando un destino

 

Whangarei es la ciudad más grande de la península y primera en el camino. Luego de atravesar una ruta con mucha subida y bajada que creaba una especie de catarata con semejante chaparrón, logramos llegar.
Un par de vueltas por la ciudad buscando algún hostel o piezucha para alquilar (acá se usa mucho las carteleras del supermercado para ofrecer todo tipo de cosas, entre ellas alojamiento), y no encontramos nada así que decidimos caer, ¿cuándo no? al amado Mc Donalds a cenar y esperar el milagro en Internet, porque ya estábamos muy cerca del horario de cierre del local.
Y el milagro llegó, porque al ver que se complicaba el asunto y preguntarle a una de las empleadas de los “Arcos Dorados” si conocía de algún lugar o de alguien  que nos pudiera hospedar la respuesta fue “vengan a casa, mi familia se está yendo de viaje por dos meses la semana que viene, así que es un lio, pero vengan igual”. Buenísimo, ya teníamos donde parar al menos por un par de noches, así que terminamos de comer tranquilos nuestros combos y nos fuimos para el nuevo hogar.

La casa-circo
Mientras íbamos la muchacha nos comenta que eran 10 (diez) hermanos, pero sólo 6 todavía estaban viviendo ahí.  “Cosa rara”, pensamos, pero bueno capaz NZ es aburrido, o no hay nada para ver en TV, que se yo…
Al llegar vimos que todo lo que dijo esta chica era cierto, la casa era un verdadero quilombo, era un circo. En serio, era un circo… si el padre era el dueño de uno y los chicos eran malabaristas, esos que hacen ula-ula y todo eso, se ve que andaban necesitando payasos.
Nos acomodamos, Seba y Toro se acostaron en una matrimonial en el medio de un verdadero quilombo de ropa y juguetes viejos tirados por todos lados, y yo me fui a dormir en la van en el estacionamiento, nuevamente la chancha superaba al alojamiento.

Al día siguiente toco un día soleado como hacia bastante no veíamos, así que fuimos a hacer turismo a Ocean Beach a unos cuantos kms de Whangarei, recomendada como una de las playas más lindas de Northland. No sé si será de las más lindas de la península, pero que era muy bonita si lo era, como así también el camino bordeando las bahías de Northland. Llegamos y nos acomodamos en una playa no muy habitada, el verano ya había terminado y no mucha gente estaba de turista por ahí, solo algún que otro surfer buscando sus olas.
Seba se tiro a dormir una siesta y con el toro luego de tratar de coordinar algún que otro tema con las dos guitarras que teníamos nos fuimos a hacer la expedición de la playa caminando y escalando, donde encontramos paisajes y colores muy copados.

 
  
 Terminado el día Volveríamos a Whangarei a nuestra casa a pasar otra noche previa salida a tomar algo “AL” pub de la ciudad y al día siguiente partiríamos más al norte camino a Keri Keri, donde estaba la data de ser una ciudad con trabajo.

Keri Keri I: Safari Cultural


Plantacion de Kiwifruit
Salimos entonces hacia este pueblucho, otra vez sin tener demasiado en claro donde pararíamos, en qué trabajaríamos, ni nada. A la pesca como se diría en el truco. Y fue a la pesca, porque no paró de llover. Ya siendo un experto en kiwis puedo decirles que con la lluvia el picking de esta fruta se suspende hasta que cada una de estas bolitas con forma de testículos gigantes se seque al viento, es un fruto muy delicado y si se pickea mojado se daña al rozar con los demás, digamos para que se entienda que los kiwis se paspan.

Como contaba, llegamos sin tener donde dormir, así que lo primero que hicimos fue dar vueltas nuevamente x la ciudad buscando backpackers y similares para parar, pero todo estaba lleno por haber bastante trabajo, la gente que estaba en nuestra misma situación nos había ganado de mano. Así que ya haciéndose de noche, otra vez caímos en Mc Donalds para probar suerte con Couch Surfing. No es que sea la adicción a la comida chatarra, es que además la casa de Ronald es el único lugar en que uno se puede conectar a internet en este país que se cree primer mundo pero no tiene conexión por ningún lado.
Arrancamos con los mensajes por medio de esta web a los no más de 10 usuarios que tiene este pueblo registrados y a los pocos minutos uno nos contestó invitándonos a su casa, a solo 3 cuadras de donde estábamos, bueno no podía ser mucho más lejos teniendo en cuenta que el centro no tiene más de 5 cuadras de largo.

Al llegar Roy nos salió a recibir a pesar de la lluvia que todavía castigaba al pueblo, nos invitó a pasar y nos acomodamos en la pieza en suite que teníamos a nuestra disposición. La única condición era no usar la cama queensize que estaba muy bien presentada, y es que se trataba de un bed & breakfast (algo así como una pieza en alquiler al estilo touch & go) que Lois, su mujer, manejaba en la habitación que no usaban en casa y en ese momento estaba desocupada. Así que trajimos el colchón de la van y usamos otro que nos prestó nuestro nuevo amigo, aunque al día siguiente usamos la cama igual y se la dejamos en el mismo estado, sin que nunca se entere.

Roy nos dijo que nos podíamos quedar por 3 o 4 noches, lo que nos daba un poco de tiempo para ver como venía la mano con el trabajo y buscar algún alojamiento que cierre económica y confortablemente. Nos dimos cuenta que trabajo y alojamiento en Keri Keri estaban estrechamente relacionados, y fue el primer negocio que atentaba contra la hospitalidad que venía viéndose en NZ desde que llegamos. Los mismos hostels eran los que te conseguían el trabajo pero, obviamente, tenías que estar alojándote ahí para que te “ayuden”, entonces no era viable la idea de alquilar una pieza en una casa. Por más de ir a los 2 packhouses (empaquetadoras) de kiwis y dejar la aplicación de laburo, tampoco salía nada. Teníamos que vendernos al sistema y caer en el negocio de estos pocos que, si bien te hacían el contacto y vos cobrabas el mismo sueldo(o eso creo), se aseguraban tu estadía con ellos.

Con el Toro y Roy
Ya volveremos con eso, no quiero saltearme lo que fue la parte más importante de este post. Porque resulta que Roy y Lois eran oriundos de Zimbabue, África. Eran descendencia de colonos ingleses (blancos) y vivían muy felices en su campo con su familia, hasta que un día el presidente Mugabe (obviamente recurrí a internet para acordarme el nombre), dictador, decidió que la gente blanca no podía poseer más tierras. En realidad fue algo medio implícito todo esto, porque ellos se levantaron un día y en medio de sus campos había chozas con gente viviendo. Todo se volvió algo tenso y violento, cosa que a Roy, un veterano de guerra defendiendo a su patria, le dolió mucho, porque debía dejar su hogar y su estilo de vida.
El tema me interesó mucho y me sirvió también como excusa para practicar mi inglés, que de a poquito venia mejorando, así que además de todo esto me puse a hablar con el de historia, economía, geografía y turismo argentino y hasta me explicó las reglas del Cricket, deporte muy practicado en todos los países que fueron colonia inglesa, pero con reglas que no se entenderían ni siquiera en castellano. Buen intento de todas formas…

Como todo anglosajón, son fanáticos de la Corona Inglesa, justo estábamos en casa el día del casamiento del Príncipe William y fue EL evento. Esta gente estaba completamente fanatizada con el tema, se organizó una cena a la que asistió toda la familia para seguir el minuto a minuto de la boda y nos invitaron a cenar con ellos. La cita era tempranito pero deliciosa: corderito y de postre un volcán de chocolate, nosotros solo compramos el helado para acompañarlo, redondo…

Por último y para cerrar con estos 4 días raros pero 100 x 100 enriquecedores cabe aclarar que se trata de una pareja muy cristiana. Rezo antes de cada comida, regalo de biblias casa x casa, beneficencia y, obviamente, iglesia todos los domingos, a donde casi asistimos para ver cómo era la cosa, que aparentemente se trataba de una de esas iglesias en que se canta mucho y todo el chiche. El horario pudo más que las ganas…

Keri Keri II: Con los Kiwis pasados por agua

 

Ahora bien, mientras parábamos en casa de Roy y luego de decidir caer en el sistema laboral KeriKeriano, resulto ser que no había vacantes para dormir en estos hostel-consultora, pero tampoco te ayudaban con el trabajo. Estábamos en un quilombito, pero con un poco de paciencia se abrió un lugar y pudimos alojarnos en el Holiday Park, que en este caso a diferencia del de Te Puke (ver post Coromandel), se trataba de bungalós en vez de caravans eso sí, con cocina, comedor y baño comunitarios cruzando una callecita interna. Esto lo aclaro porque la lluvia que tuvimos durante esta semana fue increíble, y había que cruzar esta callecita… un día me sentí adentro del Titanic al ver como caía y caía agua desde una catarata adentro del comedor.
Rainbow Falls
Paihia
El arca
Equipo kiwi, con Kerry
  









Como aclare al principio del post y como no tenía talco para los kiwis, no hubo mucho trabajo, prácticamente no lo hubo. Solo dos días, durante el resto no se pudo hacer mucho más que dormir, leer, ver tv, charlar un rato ingles con Kerry de Keri Keri (un amigo Kiwi al que no se le entendia nada) y con los pocos chilenos y franceses que estaban en la misma, los pocos días potables, y con esto me refiero a sin lluvia, conocimos las rainbow falls, una catarata a 5 min de la ciudad, una playita y una escapada a Paihia, una ciudad muy linda que no pudimos disfrutar mucho por lo gris del día, con la ilusión de conseguir un trabajo en algún hotel, pero la temporada estaba terminada.


La lluvia nos echaba de la península, tenía ganas de llegar a Cape Reniaga, que es el punto más norte de NZ, pero el clima no acompañó, así que será más adelante. Los pocos billetes pescados apenas servían para recuperar un poquito de lo que se nos fue entre nafta y demás gastos.
Nota mental: en épocas de mal clima es mejor generar plata para usarla en época más aprovechable.

Salimos entonces rumbo a Auckland de vuelta, la idea es llegar mañana temprano a la Car Fair, donde compramos la camioneta para, en este caso, venderla y ganar comodidad en la forma de movernos más adelante, pasaremos a hacer noche en el circo nuevamente, al menos para descansar un par de horas antes de seguir viaje.
En esta parada junto con Ceillith, uno de los hermanos y un par de amigos iremos a una fiesta que no pudo ser. Pero conocimos las patotas kiwi, porque a uno de estos muchachos lo agarraron entre tres y le dieron un par de bifes por ser de otro barrio. Vivimos momentos tensos, pero no paso a mayores.

Después de un par de horas de sueño en Whangarei, ahora sí, volvemos a Auckland,  tratar de vender el coche y después con las ganas de ir a Te Puke, donde hay mucho argentino y en teoría trabajo en packhouse de kiwi, para recuperar de una vez todo lo que se fue y tratar de hacer algún ahorro para gastar en adelante.

Entonces sí, Auckland, volvemos chapoteando! Pero solo de pasada…

Nico

martes, 19 de julio de 2011

Auckland II - 21/04/2011 – 25/04/2011 – Día 71 a 75

Auckland II: Levantamos al Toro y seguimo...


Este será un post corto, son pocos días y no se hizo demasiado debido a la lluvia y a la comodidad que Auckland nos brinda, pero es una etapa más del viaje y merece capítulo aparte.

Llegamos con Seba desde la “travesía Coromandel” de noche y directamente a casa de Silvia, que estaba de viaje con la familia, por lo que teníamos la embajada argentina en Auckland libre y a nuestra disposición.
Nos pusimos cómodos y a dormir, que a la mañana siguiente llegaba el toro desde Bs. As.. Su llamado nos despertó. Lo plantamos en el aeropuerto, pero la versión oficial fue que estábamos en camino, así que tarde (como siempre) pero lo levantamos en la terminal internacional para sumar un nuevo jugador al equipo.

Volvimos a casa y con el toro llegaron las tapadas de arterias, porque lo primero que dijo fue “chicos, yo cocino… el plato es fideos a la toro”, y así fue como la nueva salsa a la que no le tuvimos fe en un principio por su mezcolanza de carne, cebolla frita y crema, además de los 3 litros de aceite que utilizaba el chef, resulto ser deliciosa y uno de los platos principales de ahí en adelante (perdón toro, pero la receta ya está en la web).



Durante los días siguientes hicimos un poco de turismo x Auckland para que “el nuevo” conozca, además de acompañarlo con los tramites de inicio como ser el alta en afip, apertura de cuenta en el banco rio y demás. La lluvia hizo que también estemos mucho tiempo dentro de casa, porque no había demasiado para hacer, si hasta llegamos a ver “El mago de Oz” en DVD.

El finde fuimos a una fiesta cerca de casa de la cual nos enteramos por medio de Couch Surfing en la que tomamos unas copitas de más. Para quienes no conocen, “Couch Surfing” (www.couchsurfing.org) es una página web en la que el usuario se pone en contacto con gente de la ciudad a la que va a visitar, de esta manera puede organizar para ir a tomar algo o incluso para parar en su sofá por un par de noches y así ahorrar en alojamiento. Es una gran comunidad que por medio de la web se va haciendo el aguante. Esta fue mi primer experiencia.

No falto la hospitalidad característica de la banda argentina de la ciudad, porque cuando Silvia llego se organizó un gran asado argento, con tiritas de asado y FERNET!, donde la única persona de habla inglesa de la mesa era Sean, el marido de Silvia, y en la cual también estuvieron Fede, Caro, Gus y Sol, una chica argentina en situación similar a la nuestra. Tampoco faltaron las ya clasicas clases musicales del profe "Ron" Gus, obviamente con unas pizza hut de por medio.


4 días ya era momento de dejar Auckland, una ciudad que por más que no hagas nada y tengas donde parar, se lleva unos cuantos billetes. Por eso, en base a un dato que tenía el Toro de laburo en una ciudad llamada Keri Keri, al norte de Auckland, encaramos viaje hacia Northland, la península norte de la isla norte.
Empezaba un nuevo roadtrip, pero esta vez con idea de laburar en el medio para ir recuperando la moneda perdida. De paso, obviamente, seguiríamos conociendo una zona de playas increíbles.

Al subirnos a la camioneta ya nos vamos dando cuenta que de a 3 se pierde comodidad para viajar, el viaje no es largo, pero a la larga no va a ser tan fácil seguir moviéndose de esta manera , es por eso que al enterarnos en otra reunión de Couch Surfing sobre una pareja eslovaca que quería una van, se la tratamos de encajar. Pedíamos más de lo que habíamos pagado, esto era para recuperar los gastos extra que habíamos tenido que poner, y por no ceder y aprender que a veces hay que saber perder, no la pudimos vender, porque ellos ofrecían el monto que habíamos puesto originalmente. Después de esto trataremos de seguir vendiéndola para ganar comodidad, pero no sé si será tan fácil como pensamos…

Problema de mañana, encaremos al norte nomas!

Nico

jueves, 14 de julio de 2011

Coromandel Cape - 15/04/2011 – 20/04/2011 – Día 65 a 70

Coromandel: Odisea en la península


Todo estaba listo al parecer en este enésimo intento por abandonar la “ciudad imán” que fue Gisborne. El éxodo comenzaba porque la temporada de picking de uvas y kiwi estaba terminando, por lo que todo el mundo desaparecía del no tan bonito, pero sí muy cálido “Flying Nun”.
El equipo estaba armado: Nico, Seba, Alex y la Pope nos disponíamos a cruzar rumbo norte hacia la península de Coromandel, para conocer el Cathedral Cave, única foto que tenía vista de NZ antes de partir, y que no quería dejar de conocer por lo impactante que me pareció.

 

Arranque del viaje y primer escala

 

La distribución era Nico y Jose en la van y Seba junto con Alex en el autito del “Mex”, primer parada en Burger King para llenar estómagos antes de salir, cargar combustible y controlar las gomas, cosa que termino demorando eternidad, pero solucionado todo arrancamos viaje.
La idea original era parar en el medio para conocer algunos lugares de camino, pero debido a la demora inicial, decidimos seguir viaje directo hacia Te Puke, mitad de camino y primer escala, donde estaba gran parte de la banda de Gisborne y podía darnos asilo al menos por una noche.
Y así fue  (en realidad así es la comunidad backpackeriana, que se da una mano el uno al otro cuando se necesita) como con un llamado encaramos derecho hacia el Holiday Park, que viene a ser un Camping con caravans estacionadas donde la gente duerme, con el mismo formato de un camping de carpas, pero con un estilo más hippon, por el hecho de los tráilers tirados en el medio del predio.
Ahí pudimos encontrar a Caro y Tefy, Ova y Maida, y Pablito y Peter.
Entonces el operativo “colada al Holiday Park” entraba en marcha, definiendo quien dormiría donde con un piedra-papel-tijera cuádruple, quedando así quien escribe durmiendo en la van en el estacionamiento y el resto distribuido en las mencionadas caravan (realmente creo haber salido ganando).

Al arrancar el día nuevamente, post higienización en el mugriento baño del H&P, nos damos cuenta que una camioneta del predio estaba bloqueando la salida de la van, del auto de Alex y la van del Pity, otro amigo que se había metido también en mitad de la noche a ratonear por ahí. Había un hueco, ínfimo pero ahí estaba, por el que la van con varias maniobras podría salir, y así zafar del brazo de la ley, que por lo visto nos había agarrado. Pero resultó que al hacer tanta maniobra y ruido, logramos captar la atención del enervado dueño del lugar, que exigió una indemnización por la colada que terminó siendo de unos 10 NZ$ per cápita, seguía siendo ganga nomas…

2da Parte: Rumbo a Coromandel Town, el destino deseado


Así entonces retomamos viaje rumbo a estas preciosas playas que nos esperaban a unas horas de distancia en la península de Coromandel. Arrancamos viaje de vuelta, bordeando la costa de la Bay of Plenty hasta llegar a Thames, entrada a la península, pasando por verdes montañas con vistas increíbles. Quedaban pocos kms para llegar al destino Coromandel Town, por un precioso camino pegados al pacifico con hermosos paisajes a lo cerca y a lo lejos.

 

Cocinando en medio
de la ruta
Y llegamos nomas a Coromandel Town, teóricamente la ciudad donde íbamos a encontrar  todos estos centros turísticos que tanto había visto mientras googleaba mi viaje desde Bs. As.. Pero al llegar y ver que el pueblito no tenía ni siquiera un Mc Donalds o un Supermercado, nos dimos cuenta que evidentemente había un error y estábamos en la ciudad equivocada. Por lo tanto, y para seguir manteniendo los preciados billetes procedimos a hacer la gran “Into the Wild” (ver la peli pls), estacionando en el primer lugar plano que encontramos en medio de una ciudad bastante empinada, por cierto, en una buena noche de luna llena que al menos ayudaba a no perder de vista las nuggets, batatas y papas fritas que Seba cocinaba en el anafe de la van.

Terminada la cena, ahora si a acostarse 2 en van y 2 en auto para salir al día siguiente a hacer reconocimiento de la zona, tocaba ir hasta el extremo norte de la península, lamentablemente en un día bastante nublado que le quito un poco de color a los paisajes, que no dejaron de ser fantásticos para la vista.
Viaje largo, pero muy bonito el ida y vuelta. Decidimos parar un par de noches en una especie de hostel en el pueblo, después de 3 días de mugre y mal sueño era necesario. Pero gracias a estos 3 días puedo decir que esa ducha fue la que de las mejores de mi vida. Al margen de que tenía excelente presión y temperatura, la falta de baño hizo que este haya sido uno de los mejores placeres que pude haber tenido. Sacrificio y Rock & Roll, más si después le sumamos unas deliciosas quesadillas obra de Alex.

3era parte: Aprovechando el desvío


En este hostel nos enteramos que en realidad la Cathedral Cave estaba en una ciudad al extremo este de la península, por eso, junto con dos alemanas y Pierre, un francés amigo que resultó ser un bostero exitista tras su visita a Bs. As., enderezamos la nave y arrancamos viaje luego de preguntar en un inglés indio a la dueña de la posada cómo llegar y qué hacer en el medio del camino.


Así fue que decidimos desviarnos antes de seguir camino a Whitianga x la ruta hacia Whangapoua, una playa muy linda, que tenía una caminata por medio de los árboles para llegar a una playa más linda aun previa pasada, escalando unas cuantas piedras, por un mirador con una vista alucinante del verde-azulado océano pacifico y esta hermosa playa desde las alturas. Acá estuvimos un buen rato, chapuzón y echamos a caminar por una orilla muy poco transitada.

A la vuelta había que hacer toda esta misma caminata a la inversa. Ya mas tarde y con la marea crecida, las piedras que pisamos durante la ida estaban sumergidas y era bastante más complicado llegar. Más cuando el pequeño arroyito insignificante que se cruzó sin siquiera notarlo al mediodía se convirtió en un rio de 10 metros de ancho y con un fuerte caudal de agua que habría que cruzar a pata.
Entonces, ya anocheciendo y con una tormenta amenazando con tapar la luna llena que teníamos encima, nos subimos a las chatas y seguimos viaje hacia Whitianga, capital turística de la península y, ahora sí, el destino deseado.


4ta Parte: Llegamos


Al fin! Después de un largo camino llegábamos al objetivo, llegamos a Whitianga. De noche luego de la recorrida comentada, había que buscar donde dormir y pegarse una duchita tras un largo día de playa y caminata y el “Cats in Pijama” fue el hostel elegido para pasar un par de noches mientras hacíamos turismo por la ciudad.
Así todo estaba listo para conocer el tan ansiado lugar y también la “hot waters beach”, nuevo destino altamente recomendado por todos y a pocos kms. del objetivo primario. Pero tendríamos que esperar un día más a que la agenda de la marea permitiera ir a conocerla, todos tenemos nuestros tiempos y en este caso la naturaleza daba turno para el día siguiente, cuando la marea estaba baja y era el momento para conocer este lugar.

Entonces para no perder tiempo, luego de una mañana de lluvia viendo “corazón valiente” en ingles en el hostel (no, no entendí una mierda), ya la tarde despejada nos permitió tomarnos el ferri para conocer un poquito más. Ahí pudimos pasar un rato por la playa de Cooks Beach, rodeada de casas bastante caras, aparentemente de fin de semana propiedad de personas acaudaladas, para terminar el recorrido subiendo al Shakespeare Cliff, para ver como salía una luna llena que iluminaba el mar y la ciudad.

La jornada siguiente si era el día y, por las mareas, solo 4 hs por día se podía ir a las Hot Waters Beach, así que a madrugar para llegar a las 10 am (si me conocen saben que eso para mí es madrugar) a esta playa muy rara. Muy rara porque al hacer un pozo en la arena, ese mismo que hacías en Miramar cuando eras chico, te encontrabas con el agua. Pero no era agua de mar, era agua caliente, pero caliente de verdad, creando un jacuzzi natural metido en tu pozo en la arena. Cuando tenes mucho calor o te estas quemando hasta el culo (literal), te levantas y caminas 10 metros al mar fresquito, chapuzón y volves. Increíble.



Luego de un rato disfrutando de esta rareza, ahora si encaramos para la Cathedral Cave. La entrada del “parque” donde esta playa se encuentra ya ofrecía un paisaje espectacular, sumado a que tocó un día despejado que permitía apreciar los colores del agua, piedras, islas verdes y todo alrededor. Para llegar a la catedral había que hacer una caminata, con varias salidas a diferentes playas que mostraban distintos ángulos del paisaje visto desde arriba en la entrada y donde fui relajando 5 minutos x playa, para llegar un rato más tarde a destino.
¿Qué decir de tan impactante cacho de piedra? Es una montaña en la orilla, pero que la naturaleza por algún motivo divino le hizo un agujero en el medio, por donde vos podes cruzar al otro lado (en realidad no podes cruzar está lleno de carteles de advertencia, pero ya estando ahí… a la mierda!), piedras raras saliendo del agua, muy muy lindo, pero mejor ver algunas fotos porque me es difícil describirlo.



Ahí un rato de buen relax, ya haciéndose de noche nos fuimos para Pauanui, donde la hermana de Jose estaba parando en sus vacaciones. Ya estábamos dejando la península y solo nos quedaba pasar la noche para encarar la vuelta hacia Auckland para ir a buscar al Toro (amigo de Bs.As.) que estaba llegando dos días después. Nos metimos en un hostel y al día siguiente el equipo se empezaba a desarmar, porque Pope se iría a pasear con su hermana por la isla norte. Con Alex, Pierre y Seba nos fuimos a ver un mirador que había en este pueblo, para luego si, dar fin a la travesía de unos 709 kms según google cuando enfilamos hacia Thames nuevamente para dejar a Pierre que se quedaría un par de días más antes de viajar a Australia y Alex por su parte encararía la vuelta hacia Te Puke para buscar trabajo.

Finalmente, el recorrido en toda esta odisea habría sido el siguiente:
2 meses después, volvíamos a la ciudad que nos vio llegar para levantar a un nuevo integrante en esta aventura.

Como seguirá esto? Norte? Sur? Trabajo? Paseo? Veremos que se da, por lo pronto sería necesario ir juntando unos manguitos de nuevo porque tantos km de viaje chuparon bastante petrol, y con eso unas cuantas monedas.

Abrazo para todos!

Y como diría Baldassi: “Siga, Siga!!!”

Nico

martes, 5 de julio de 2011

Gisborne - 18/03/2011 – 14/04/2011 – Día 37 a 64

sb

Gisborne: Desconexión sideral


Gisborne fue el lugar donde hice un click con la idea de correr y querer conocer y conocer, es que en principio no es que me di cuenta que solo la $$ es lo que no alcanzaba, sino que tambien se necesita de tiempo para conocer a la gente con la que estas, el lugar en el que vivis y el recorrido del super a casa.
Por eso el titulo para esta ciudad, al quedarme quieto en un lugar, teniendo mi propia cama, donde dejar mis cosas y la playa a pocos metros, es como poco a poco te vas relajando y te podes desconectar de un monton de cosas, no corriendo y conociendo todo el tiempo lugares nuevos. Porque alguna vez me dijeron: “no hay necesidad de hacer Bs. As.- Mar del Plata en 3 hs., hay que disfrutar de las vaquitas y el campo que tenes en la ruta, parar en Atalaya (y demás)”, lo estoy tratando de adaptar a mi viaje y decidi no correr tanto, servirá para continuar con esta desconexión.

Hola Gisborne


Llegamos a Gisborne entonces con la idea original de pasar un par de dias, conocer y seguir subiendo. Me toco manejar el tramo Napier-Gisborne, siendo el primer tramo de ruta ida-vuelta practicamente que maneje en mi vida, sumándole que era una camioneta de 23 años, pesadita, camino montañoso y manejando del lado derecho. Lindo desafío que disfrute mucho viendo los paisajes a ritmo tranquilo y parando a almorzar en el pueblito del medio llamado “Wairoa”, donde hicimos uso de la cocina de la van a orillas del río que da nombre al pueblo.

Llegados a Gisborne, lo primero que hice (sin hostel y con Seba durmiendo en el asiento de al lado) fue encarar para la playa, dando la casualidad que estaban en esa misma playa tiradas Caro y Tefi. Pasamos el poco rato de playa que quedaba, nos comentaron q estaba fácil el tema laboral en la ciudad, asi que nos quedamos en principio una semanita para juntar unos mangos mas y conocer los alrededores de la primer ciudad que recibe el día en el mundo.
Estaba la posibilidad de arrancar al dia siguiente, pero yo con mi idea de Holliday & Working y no Working & Holliday, decidi que un Sabado no sería día laboral en mi viaje asi que lo disfrute en la playa en un dia espectacular, y por suerte, porque después llovieron como 2 semanas seguidas.

El trabajo era principalmente con el picking de uvas, pero tambien con choclos y kiwis, bastante rompepelotas por cierto, pero te cagabas de risa con la gente. Se formo un muy lindo grupo de argentinos y chilenos en el hostel y por ende en el trabajo;  yo me lleve la fama de vago, porque nunca quería laburar, capaz por esta idea que comento en el párrafo anterior, pero al margen de eso… quien quiere estar 8 hs por dia cortando uvitas x el salario minimo? Mas que nada en los días nublados y lluviosos?

¿Y qué me dicen de esa casa sola?


Al 2do día de haber llegado, Pipi nos comenta que un ermitaño que trabajaba con ella la había invitado a su casa en el medio de la nada, pero que no se animaba a ir porque tenia miedo que sea un asesino serial. En base a las experiencias de viaje que voy sumando y viendo como es la gente acá, decidimos mandarnos a ver como vivía este hombre a una o dos horas de Gisborne junto con Seba, Caro, Tefy y el Pity, un nuevo amigo, dejando la chata en el medio del camino porque había que ir en camioneta 4x4 cruzando unos cuantos arroyos de por medio (no recuerdo cuantos, pero estaban contados).


 

Al llegar vimos como vivía este tipo, tranquilo en medio de las montañas verdes, tenía muchísimas ovejas, con las que sacaba unos buenos mangos vendiendo la lana, además de otros muchísimos caballos, vacas y no se que más. Sorprendente la paz con la que este tipo vive, imagínense que va a trabajar pickeando uvas solo para conocer gente, porque no necesita nada mas.

 

Nuevo Hogar

En el Flying Nun

El Flying Nun (“la monja voladora”, en español) solia ser un convento antes de convertirse en el hostel que me albergó x casi un mes en esta ciudad. Nosotros dormimos en la capilla (literal), con un amigo kiwi, llamado Scott. Un personaje desempleado de 49 años, alcohólico, pero muy centrado en algunos aspectos. Con el aprendi mucho ingles, el no hablaba como el resto de los neozelandeses, hacia el esfuerzo de hablar de manera que los que no estamos acostumbrados a ese tipo de acento lo entendamos bien. Personaje y encima me regalo un rompevientos, prenda indispensable en NZ que olvide en casa.

Para sentirme en mi hogar, imprescindible era un partidito de futbol y por eso con Seba pensando que era un picadito nos mandamos al entrenamiento de uno de los equipos del pueblo. Pifiamos, porque si bien hubo un poco de fulbito, fue mas entrenamiento físico que otra cosa. A la siguiente cita Seba siguió y yo preferí un partidito con los chilenos del hostel, cosa que me mató cuando vi que en caso de seguir hubiera jugado un partido en cancha de 11 por el campeonato, por mas malos que fueran, una patadita no se le niega a nadie, no? Asi que volvi a los entrenamientos, y como a cualquier crack indisciplinado me mandaron a la reserva. Por mas que en el entrenamiento haya hecho como 4 goles, jugué con la camiseta nro 10 en la espalda y de entrada, pero mi estado físico no acompañó y no pude demostrar mis grandes habilidades en el verde césped.

Un poco de turismo


Las playas de Gisborne son mucho mas lindas que las de Napier, pero como llovio mucho durante mi estadia aqui, no las visite tanto. Lo que si hice fue ir a un mirador a ver el atardecer con la ciudad de fondo, muy bonito, pasee por el muelle mas largo del mundo (o eso dicen) en Tolaga Bay y tambien algo de deporte de “riesgo”, las Rock Slides: una cascada con una pendiente de unos 45 grados, creando un tobogán de agua natural, del que te tiras con un body board. La lluvia hizo que el rio creciera, por lo que el caudal de agua te hacia agarrar buena velocidad y termine tirándome como 6 veces y coronamos esa tarde viendo una muy linda catarata camino a casa.
  


El sustito…


A la vuelta de las cascadas en la chata con Jose, una nueva amiga del flying nun, empezamos a sentir olor a quemado y ver humo blanco, “aca cagamos –pensamos- fundimos el motor y perdimos la chata!!” un rato largo parados en la ruta, tratando de comunicarnos con un chileno amigo que era mecanico se nos hizo de noche y empezaba a llover. Pudimos contactar a Brunito, otro amigo argentino, un loco lindo que pudo encontrar al mecánico para que nos viniera a buscar y nos remuelque hasta el backpacker. La chancha nos jugaba una mala pasada y estaba en terapia intensiva con pronostico reservado. No sabíamos que carajo iba a pasar, si el motor no servia, si habíamos roto algo importante o qué, asi que durante esa semana estuvimos haciendo recorridas por los pocos mecánicos de la ciudad hasta que pegamos con uno que nos cobro NZ$500.- por el arreglo, menos de lo que esperábamos, pero dolorosos… empezábamos a darnos cuenta que había que laburar para recuperar esa plata que no estaba en nuestro presupuesto y estábamos clavados en Gisborne hasta nuevo aviso.
Moraleja: revisa agua y aceite periódicamente, sino anda aceitando el ojete.

Algunos personajes


Procedo a mencionar a algunos de los amigos que hice en esta ciudad, no quiero extenderme mucho por lo que los nombrare y contare alguna que otra cosa:
·         Alex: Uno de los grandes amigos que me hice en este viaje y en esta ciudad, no es casualidad que este primero en la lista de amigos de Gisborne. Es raro como empezamos la relación con “el Mex”, nos veíamos en el hostel pero ni bola, hasta que una noche, luego de que Caro me regalara una remera que había encontrado en el placard de las cosas perdidas, viene Alex y me dice: “’comoda mi remera?” a lo que mi respuesta sorprendida es ”que remera? Si esta me la regalaron de las cosas perdidas!?”, evidentemente por error esa remera había llegado ahí (era una playera de mexico, pero que realmente no imagine que fuera de el. Finalmente me la regaló siendo una de las prendas que mas use en el viaje por el cariño que le tome.
·         Ova & Maida: Pareja de chilenos muy pero muy trabajadores, el Ova es quien me dio el apodo de vago, pero yo creo que en el fondo entendio mi filosofía de viaje que es bastante diferente a la suya, y por eso cuando el se enteraba de algún laburito que daba vueltas me lo comentaba.
·         Scott: personaje ya mencionado, pero que vale la pena repetir.
·         Banda Chilena:
El Pablito encabezándola, un loquito con quien despues tambien seguimos viaje mas adelante.
El Kurt, me grabo mi ringtone neozelandes “tenei un mensaje compaaaadre”, un tipo que solo con ponerte a hablar te inspiraba paz, un tipo que realmente vale la pena conocer y hablar.
Mencion para Cristian (jesus), Javi & Quique, Sandro & George…
·         Banda Argenta:
Nico Laruso, un tipo experimentado en NZ, con un par de años viajando x aca, me dejo 2 menciones: “nunca vas a tener tanto frio como en NZ, avísame cuando lo tengas y yo te voy a contestar que todavía te falta…” y “NZ te cambia los planes, vos podes venir con la idea de no laburar, pero al final de cuentas, es lo que vas a tener que hacer…”
Pity, otro tipaso que parecía el joven manos de tijera, bastante solitario por momentos, pero hemos pasado buenos ratos.
Brunito: un loquito lindo de Balcarce, cada comentario volado te cagabas de la risa.
La jose sufrio el desperfecto de la van cuando volvíamos de las Rock Slides, esperemos no haberla traumado.
Mencion para la Pope, que zafo del terremoto en Christchurch un par de meses atrás y cayo por recomendación de Caro al Flying nun, solo x una noche y quedo 2 semanas, confirmando la teoría iman del hostel.
·         Peter: Checo que siempre estuvo rodeado de latinos, parecía no entender nada, pero cazaba mucho mas de lo que todos pensamos, gran tipo y amigo que parecio no querer mantener el contacto con nadie.

Gisborne te atrapa


Asi como la isla de lost, NZ tiene sus cosas raras, y es que en principio habíamos llegado a Gisborne de paso y terminamos casi un mes, pero prácticamente todas las semanas abandonamos la ciudad y tuvimos que volver al palacio flying nun por algún motivo como ser el arreglo de la camioneta. El dia de la rotura era el dia planeado para abandonar la ciudad, decidimos pasear e irnos al dia siguiente y asi nos fue, una semanita mas clavados entre arreglo, laburo y pruebas de la van a ver si funcionaba correctamente.
Otro intento de fuga fue cuando un domingo dejamos el hostel con todas nuestras cosas en la van y pasamos por el centro a cambiar un adaptador para el estéreo del auto y asi poder escuchar mp3, que nos lo habían vendido fallado. El local estaba cerrado asi que el dilema fue perder los NZ 50, o quedarnos un dia mas y salir al dia siguiente. Resulto ser que surgio trabajo mejor pago y terminamos quedándonos un par de semanitas mas.
Loco, pero esto da fé de que los planes evidentemente están hechos para no cumplirse…

Y asi bastante brevemente es la manera que encontré de contar mi experiencia en Gisborne, se que hay mucho que se me habrá pasado, mucha gente por describir y mencionar, pero no quiero que el post sea demasiado gomoso, ni bien me vaya poniendo al dia tendremos post mejor redactados y con mas detalle.

´Ta luego

Nico