martes, 5 de julio de 2011

Gisborne - 18/03/2011 – 14/04/2011 – Día 37 a 64

sb

Gisborne: Desconexión sideral


Gisborne fue el lugar donde hice un click con la idea de correr y querer conocer y conocer, es que en principio no es que me di cuenta que solo la $$ es lo que no alcanzaba, sino que tambien se necesita de tiempo para conocer a la gente con la que estas, el lugar en el que vivis y el recorrido del super a casa.
Por eso el titulo para esta ciudad, al quedarme quieto en un lugar, teniendo mi propia cama, donde dejar mis cosas y la playa a pocos metros, es como poco a poco te vas relajando y te podes desconectar de un monton de cosas, no corriendo y conociendo todo el tiempo lugares nuevos. Porque alguna vez me dijeron: “no hay necesidad de hacer Bs. As.- Mar del Plata en 3 hs., hay que disfrutar de las vaquitas y el campo que tenes en la ruta, parar en Atalaya (y demás)”, lo estoy tratando de adaptar a mi viaje y decidi no correr tanto, servirá para continuar con esta desconexión.

Hola Gisborne


Llegamos a Gisborne entonces con la idea original de pasar un par de dias, conocer y seguir subiendo. Me toco manejar el tramo Napier-Gisborne, siendo el primer tramo de ruta ida-vuelta practicamente que maneje en mi vida, sumándole que era una camioneta de 23 años, pesadita, camino montañoso y manejando del lado derecho. Lindo desafío que disfrute mucho viendo los paisajes a ritmo tranquilo y parando a almorzar en el pueblito del medio llamado “Wairoa”, donde hicimos uso de la cocina de la van a orillas del río que da nombre al pueblo.

Llegados a Gisborne, lo primero que hice (sin hostel y con Seba durmiendo en el asiento de al lado) fue encarar para la playa, dando la casualidad que estaban en esa misma playa tiradas Caro y Tefi. Pasamos el poco rato de playa que quedaba, nos comentaron q estaba fácil el tema laboral en la ciudad, asi que nos quedamos en principio una semanita para juntar unos mangos mas y conocer los alrededores de la primer ciudad que recibe el día en el mundo.
Estaba la posibilidad de arrancar al dia siguiente, pero yo con mi idea de Holliday & Working y no Working & Holliday, decidi que un Sabado no sería día laboral en mi viaje asi que lo disfrute en la playa en un dia espectacular, y por suerte, porque después llovieron como 2 semanas seguidas.

El trabajo era principalmente con el picking de uvas, pero tambien con choclos y kiwis, bastante rompepelotas por cierto, pero te cagabas de risa con la gente. Se formo un muy lindo grupo de argentinos y chilenos en el hostel y por ende en el trabajo;  yo me lleve la fama de vago, porque nunca quería laburar, capaz por esta idea que comento en el párrafo anterior, pero al margen de eso… quien quiere estar 8 hs por dia cortando uvitas x el salario minimo? Mas que nada en los días nublados y lluviosos?

¿Y qué me dicen de esa casa sola?


Al 2do día de haber llegado, Pipi nos comenta que un ermitaño que trabajaba con ella la había invitado a su casa en el medio de la nada, pero que no se animaba a ir porque tenia miedo que sea un asesino serial. En base a las experiencias de viaje que voy sumando y viendo como es la gente acá, decidimos mandarnos a ver como vivía este hombre a una o dos horas de Gisborne junto con Seba, Caro, Tefy y el Pity, un nuevo amigo, dejando la chata en el medio del camino porque había que ir en camioneta 4x4 cruzando unos cuantos arroyos de por medio (no recuerdo cuantos, pero estaban contados).


 

Al llegar vimos como vivía este tipo, tranquilo en medio de las montañas verdes, tenía muchísimas ovejas, con las que sacaba unos buenos mangos vendiendo la lana, además de otros muchísimos caballos, vacas y no se que más. Sorprendente la paz con la que este tipo vive, imagínense que va a trabajar pickeando uvas solo para conocer gente, porque no necesita nada mas.

 

Nuevo Hogar

En el Flying Nun

El Flying Nun (“la monja voladora”, en español) solia ser un convento antes de convertirse en el hostel que me albergó x casi un mes en esta ciudad. Nosotros dormimos en la capilla (literal), con un amigo kiwi, llamado Scott. Un personaje desempleado de 49 años, alcohólico, pero muy centrado en algunos aspectos. Con el aprendi mucho ingles, el no hablaba como el resto de los neozelandeses, hacia el esfuerzo de hablar de manera que los que no estamos acostumbrados a ese tipo de acento lo entendamos bien. Personaje y encima me regalo un rompevientos, prenda indispensable en NZ que olvide en casa.

Para sentirme en mi hogar, imprescindible era un partidito de futbol y por eso con Seba pensando que era un picadito nos mandamos al entrenamiento de uno de los equipos del pueblo. Pifiamos, porque si bien hubo un poco de fulbito, fue mas entrenamiento físico que otra cosa. A la siguiente cita Seba siguió y yo preferí un partidito con los chilenos del hostel, cosa que me mató cuando vi que en caso de seguir hubiera jugado un partido en cancha de 11 por el campeonato, por mas malos que fueran, una patadita no se le niega a nadie, no? Asi que volvi a los entrenamientos, y como a cualquier crack indisciplinado me mandaron a la reserva. Por mas que en el entrenamiento haya hecho como 4 goles, jugué con la camiseta nro 10 en la espalda y de entrada, pero mi estado físico no acompañó y no pude demostrar mis grandes habilidades en el verde césped.

Un poco de turismo


Las playas de Gisborne son mucho mas lindas que las de Napier, pero como llovio mucho durante mi estadia aqui, no las visite tanto. Lo que si hice fue ir a un mirador a ver el atardecer con la ciudad de fondo, muy bonito, pasee por el muelle mas largo del mundo (o eso dicen) en Tolaga Bay y tambien algo de deporte de “riesgo”, las Rock Slides: una cascada con una pendiente de unos 45 grados, creando un tobogán de agua natural, del que te tiras con un body board. La lluvia hizo que el rio creciera, por lo que el caudal de agua te hacia agarrar buena velocidad y termine tirándome como 6 veces y coronamos esa tarde viendo una muy linda catarata camino a casa.
  


El sustito…


A la vuelta de las cascadas en la chata con Jose, una nueva amiga del flying nun, empezamos a sentir olor a quemado y ver humo blanco, “aca cagamos –pensamos- fundimos el motor y perdimos la chata!!” un rato largo parados en la ruta, tratando de comunicarnos con un chileno amigo que era mecanico se nos hizo de noche y empezaba a llover. Pudimos contactar a Brunito, otro amigo argentino, un loco lindo que pudo encontrar al mecánico para que nos viniera a buscar y nos remuelque hasta el backpacker. La chancha nos jugaba una mala pasada y estaba en terapia intensiva con pronostico reservado. No sabíamos que carajo iba a pasar, si el motor no servia, si habíamos roto algo importante o qué, asi que durante esa semana estuvimos haciendo recorridas por los pocos mecánicos de la ciudad hasta que pegamos con uno que nos cobro NZ$500.- por el arreglo, menos de lo que esperábamos, pero dolorosos… empezábamos a darnos cuenta que había que laburar para recuperar esa plata que no estaba en nuestro presupuesto y estábamos clavados en Gisborne hasta nuevo aviso.
Moraleja: revisa agua y aceite periódicamente, sino anda aceitando el ojete.

Algunos personajes


Procedo a mencionar a algunos de los amigos que hice en esta ciudad, no quiero extenderme mucho por lo que los nombrare y contare alguna que otra cosa:
·         Alex: Uno de los grandes amigos que me hice en este viaje y en esta ciudad, no es casualidad que este primero en la lista de amigos de Gisborne. Es raro como empezamos la relación con “el Mex”, nos veíamos en el hostel pero ni bola, hasta que una noche, luego de que Caro me regalara una remera que había encontrado en el placard de las cosas perdidas, viene Alex y me dice: “’comoda mi remera?” a lo que mi respuesta sorprendida es ”que remera? Si esta me la regalaron de las cosas perdidas!?”, evidentemente por error esa remera había llegado ahí (era una playera de mexico, pero que realmente no imagine que fuera de el. Finalmente me la regaló siendo una de las prendas que mas use en el viaje por el cariño que le tome.
·         Ova & Maida: Pareja de chilenos muy pero muy trabajadores, el Ova es quien me dio el apodo de vago, pero yo creo que en el fondo entendio mi filosofía de viaje que es bastante diferente a la suya, y por eso cuando el se enteraba de algún laburito que daba vueltas me lo comentaba.
·         Scott: personaje ya mencionado, pero que vale la pena repetir.
·         Banda Chilena:
El Pablito encabezándola, un loquito con quien despues tambien seguimos viaje mas adelante.
El Kurt, me grabo mi ringtone neozelandes “tenei un mensaje compaaaadre”, un tipo que solo con ponerte a hablar te inspiraba paz, un tipo que realmente vale la pena conocer y hablar.
Mencion para Cristian (jesus), Javi & Quique, Sandro & George…
·         Banda Argenta:
Nico Laruso, un tipo experimentado en NZ, con un par de años viajando x aca, me dejo 2 menciones: “nunca vas a tener tanto frio como en NZ, avísame cuando lo tengas y yo te voy a contestar que todavía te falta…” y “NZ te cambia los planes, vos podes venir con la idea de no laburar, pero al final de cuentas, es lo que vas a tener que hacer…”
Pity, otro tipaso que parecía el joven manos de tijera, bastante solitario por momentos, pero hemos pasado buenos ratos.
Brunito: un loquito lindo de Balcarce, cada comentario volado te cagabas de la risa.
La jose sufrio el desperfecto de la van cuando volvíamos de las Rock Slides, esperemos no haberla traumado.
Mencion para la Pope, que zafo del terremoto en Christchurch un par de meses atrás y cayo por recomendación de Caro al Flying nun, solo x una noche y quedo 2 semanas, confirmando la teoría iman del hostel.
·         Peter: Checo que siempre estuvo rodeado de latinos, parecía no entender nada, pero cazaba mucho mas de lo que todos pensamos, gran tipo y amigo que parecio no querer mantener el contacto con nadie.

Gisborne te atrapa


Asi como la isla de lost, NZ tiene sus cosas raras, y es que en principio habíamos llegado a Gisborne de paso y terminamos casi un mes, pero prácticamente todas las semanas abandonamos la ciudad y tuvimos que volver al palacio flying nun por algún motivo como ser el arreglo de la camioneta. El dia de la rotura era el dia planeado para abandonar la ciudad, decidimos pasear e irnos al dia siguiente y asi nos fue, una semanita mas clavados entre arreglo, laburo y pruebas de la van a ver si funcionaba correctamente.
Otro intento de fuga fue cuando un domingo dejamos el hostel con todas nuestras cosas en la van y pasamos por el centro a cambiar un adaptador para el estéreo del auto y asi poder escuchar mp3, que nos lo habían vendido fallado. El local estaba cerrado asi que el dilema fue perder los NZ 50, o quedarnos un dia mas y salir al dia siguiente. Resulto ser que surgio trabajo mejor pago y terminamos quedándonos un par de semanitas mas.
Loco, pero esto da fé de que los planes evidentemente están hechos para no cumplirse…

Y asi bastante brevemente es la manera que encontré de contar mi experiencia en Gisborne, se que hay mucho que se me habrá pasado, mucha gente por describir y mencionar, pero no quiero que el post sea demasiado gomoso, ni bien me vaya poniendo al dia tendremos post mejor redactados y con mas detalle.

´Ta luego

Nico

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